jueves, 5 de marzo de 2020

ESTRUCTURA DE LAS ACTIVIDADES


Las actividades son la parte fundamental para poder adquirir los objetivos que se enunciados en cada unidad didáctica propuesta por parte del equipo docente. Como ya hemos comentado, se pueden distinguir diferentes tipos de actividades mencionadas anteriormente. En este apartado, se trata de explicar de qué se compone el diseño de una actividad de una unidad didáctica. Componentes:
1.      Objetivos de la unidad y de la actividad:
Los objetivos, tanto de la unidad como de la actividad, responden a la pregunta de qué queremos conseguir, qué habilidades pretendemos que los alumnos adquieran. En primer lugar, debemos diferenciar entre objetivos de una unidad didáctica, y objetivos de una actividad en concreto.
-          Los objetivos de una unidad didáctica: Se refieren a aquellas capacidades que los alumnos deben alcanzar al final de cada unidad didáctica, y por tanto, al final de curso. Se refieren a diferentes aspectos: cognitivos, corporales, afectivos, sociales y morales. Aunque normalmente se diferencian según el área que se quiere trabajar, se suelen dar simultaneidades. Se establece una jerarquía de la siguiente manera:
·         Objetivo más amplio.
·         Objetivo específico.
-          Los objetivos de una actividad: A diferencia de los objetivos de una unidad didáctica, los objetivos de una actividad son aquellas capacidades que se quieren alcanzar al finalizar dicha actividad. La actividad, en la mayoría de los casos, está integrada en una unidad didáctica, y por tanto, los objetivos suelen estar íntimamente relacionados. Igualmente, también se diferencian entre objetivos generales y objetivos específicos.
Los objetivos, ya sean del tipo que sean, se formulan SIEMPRE con el verbo en infinitivo. Además, éstos responden a las necesidades del grupo de alumnos con el que se va a trabajar.


Unos ejemplos de objetivos pueden ser:
  1. Objetivos generales:
a. Acercarse al conocimiento de obras artísticas expresadas en distintos
 lenguajes, realizar actividades de representación y expresión artística 
mediante el empleo creativo de diversas técnicas, y explicar 
verbalmente la obra realizada.
b. Demostrar con confianza sus posibilidades de expresión artística y corporal.
  1. Objetivos específicos:
a. Utilizar diferentes materiales de naturaleza plástica con destreza.
b. Descubrir sus posibilidades motrices y artísticas.

 
 












2.      Competencias desarrolladas con esta actividad:
Ya sabemos que en los ciclos de Educación Infantil no se programa por competencias, sino por contenidos. Pero aún así, para otros niveles, las competencias están marcadas por el currículo de cada comunidad autónoma. Normalmente, se establecen las competencias en comunicación lingüística, en competencia matemática, competencia en el conocimiento y la interacción en el mundo físico, la competencia en el tratamiento de la información y competencia digital, competencia social y ciudadana, competencia cultural y artística, competencia para aprender a aprender y competencia en autonomía e iniciativa personal.
En cada competencia básica a adquirir, se establecen un proceso:
-          Contenidos de la materia.
-          Desarrollo de capacidades. (Objetivos de etapa)
-          Aplicación práctica de las capacidades.
Además, cada capacidad tiene una serie de componentes:
-          Habilidades.
-          Actitudes y valores.
-          Estrategias de aprendizaje.
Por tanto, y en conclusión a esto, los componentes de una competencia básica son:
-          Contenidos de la materia.
-          Habilidades.
-          Actitudes y valores.
-          Estrategias de aprendizaje.
3.      Contenidos a trabajar dentro de la actividad:
Los contenidos a trabajar responden a la pregunta de qué queremos enseñar, son el objeto del aprendizaje, y parten de los objetivos propuestos, están estrechamente relacionados y ambos se reconocen de forma clara. A menudo, los contenidos a trabajar dentro de una unidad didáctica suelen ser más generales, concretándose en cada actividad propuesta. Sucede de la misma forma que con los objetivos. En educación formal, los contenidos a trabajar, al igual que los objetivos generales a conseguir, se extraen del currículum correspondiente, de forma general, y de las diferentes áreas que se van a trabajar. Además, se ha de tener en cuenta también las unidades didácticas abordadas anteriormente, y las siguientes. Para no caer en la repetición, habrá que programar las diferentes unidades didácticas, y asegurarnos de que durante el curso y/o el ciclo, se hayan trabajado todos los contenidos necesarios.
No hay que perder de vista los principios metodológicos por los que se rige la enseñanza en Educación Infantil: Principio de seguridad y confianza, principio de no sustitución, principio de globalización, principio de aprendizaje significativo, principio de motivación, principio de creatividad, principio de actividad lúdica, principio de utilización didáctica de rutinas, principio de individualización y principio de socialización. Aunque en Educación Infantil no se programa por competencias, este apartado está íntimamente relacionado con ellas (apartado 3). Los contenidos que se trabajan en una unidad hacen referencia a aspectos conceptuales, procedimentales y actitudinales.
A la hora de programar los contenidos, se deben tener en cuenta las diferencias entre alumnos de un mismo grupo, y la adaptación de los contenidos a los distintos ritmos de aprendizaje. Esto se tratará en el punto siguiente. (Apartado 5).
4.      Metodología:
La metodología responde al cómo se van a llevar a cabo las actividades propuestas dentro de una unidad didáctica.
a.   Adaptación de la actividad al nivel de desarrollo del alumno: Se trata de plasmar la atención a la diversidad. Cada alumno tiene un nivel de desarrollo distinto a otro, y por tanto, la actividad deberá estar adaptada, aunque no sean adaptaciones significativas. Además, si hubiera niños con necesidades educativas especiales, podrían plasmarse en este apartado, aunque normalmente se incluyen en un apartado aparte. Por otro lado, hay que tener en cuenta, no solo el desarrollo individual, sino el nivel de desarrollo grupal, y adaptar los objetivos y los contenidos a las edades de los niños.
b.   Dinámica/s a emplear: Se trata de planificar y desarrollar qué técnicas se van a utilizar para llevar a cabo la actividad, para trabajar los contenidos propuestos y para que el alumnado consiga los objetivos marcados.
c.    Distribución de recursos materiales y humanos. (Organización del aula, organización de grupos, material…): En este apartado de la metodología, se debe presentar la organización y planificación del desarrollo de la actividad. Esto quiere decir que debe tenerse en cuenta:
-       La organización del aula: Debe describirse la distribución de los espacios y los materiales inventariables, como mesas y sillas. Qué espacio se va a utilizar en cada momento de la actividad y lo que se va a usar en él.
-       La organización de los grupos: Teniendo en cuenta las características del grupo de alumnos con el que vamos a desarrollar la actividad programada, tenemos que especificar cómo vamos a organizar a los niños para el desarrollo de la misma: gran grupo, pequeño grupo, de forma mixta… Y cómo y cuándo les vamos a dividir, con qué criterio, etc.
-       Material: Al igual que en los casos anteriores, debemos especificar cuál será la organización del material: En qué momento se dispondrá de él, quién lo seleccionará y por qué, para qué se va a usar, etc.
d.   Desarrollo de la actividad: Este apartado de la programación puede ser el eje de la actividad. En él se describirá la actividad paso por paso, con todos los detalles posibles y las dificultades a encontrar, y por lo tanto, también las posibles soluciones. Es un buen momento para apuntar las adaptaciones a realizar para alumnos con necesidades educativas especiales, o simplemente, las adaptaciones que se puedan realizar según cada niño. Ha de tenerse en cuenta el tipo de actividad que se va a realizar, y cómo queremos que se lleve a cabo.
e.   Hoja de instrucciones básicas: (NO SABEMOS QUE TENEMOS QUE PONER AQUÍ) Una hoja de instrucciones consiste en eso mismo un resumen de lo que trata la actividad para tener el profesor en el mismo momento de iniciar la actividad, a modo de chuleta para que no se le olvide ninguna indicación,  o bien una hoja para entregar a los alumnos (si saben leer), con unas reglas sencillas de la actividad.
5.      Materiales:
Los materiales, o los recursos materiales, son los medios físicos y concretos que ayudan a conseguir los objetivos planteados. Responden a la pregunta “con qué” realizar la actividad propuesta. Los materiales didácticos ayudan a conseguir los aprendizajes.
a.        Fungibles. (Papel, pinturas, pegamento…): Los materiales fungibles son aquellos materiales que se desgastan con el uso. Suelen adquirirse, o bien antes, o bien durante la realización de la actividad, dependiendo de la duración de la misma. Una lista de materiales fungibles para educación infantil puede ser: Pinturas de madera, ceras, ceras blandas, lápices, témperas, pegamentos en barra, cola, cartulina, gomas, plastilina, gomas, folios, rotuladores, papel continuo…
b.        Inventariables. (Los que no se gastan en pocos usos: mesas, sillas, tijeras…): Se considera material inventariable a aquel que no se deteriora rápidamente debido a su uso. Normalmente, es propiedad de la empresa que costea la actividad. Hay dos tipos de materiales inventariable:
-          Inventariable por su naturaleza.
-          Inventariable por su valor económico.
Un listado de materiales inventariables para una actividad dirigida a educación infantil puede ser: Mesas, sillas, tijeras, cuentos, ordenadores, incluso se puede considerar a los espacios como materiales inventariables.
6.      Temporalización:
La temporalización responde al tiempo que vamos a utilizar para llevar a cabo, tanto la unidad didáctica, como las diferentes actividades dentro de la misma. No son necesarios, pero se pueden incluir horarios para una mejor planificación.
a.      Tiempo dedicado dentro de la unidad. (Horas y días): En este apartado, debemos incluir cuánto tiempo vamos a dedicar a esta actividad en el marco de una unidad didáctica. No suele ponerse el tiempo exacto, pero sí lo más aproximado posible para una mejor programación, y para asegurarnos de la buena estructura de la unidad didáctica. No solo se debe contabilizar el tiempo de la realización de la actividad, sino todo lo que ello implica: explicaciones, organización, evaluación… Deben aparecer los días que se va a trabajar esta actividad, en qué momento, y cuánto tiempo se le va a dedicar.
b.      Tiempo dedicado a cada paso de la actividad. (Horas y días): Se trata específicamente de la actividad. En este apartado, debe aparecer cuándo y qué tiempo vamos a dedicar a cada paso de la actividad: cuánto tiempo para organizar al grupo, cuánto tiempo para repartir los materiales, cuánto tiempo para explicar la actividad… y así sucesivamente.

7.      Evaluación en base a la consecución de los objetivos:
En primer lugar, hay que determinar de qué tipo es la actividad que hemos programado, ya que puede ser para analizar los conocimiento previos que el alumnado puede tener sobre algunos conceptos, para afianzar y/o profundizar en un aprendizaje, o puede ser una actividad evaluadora, es decir, para comprobar qué aprendizajes se han adquirido después de la actividad.
En este caso, partimos de la base de que vamos a evaluar si se han conseguido los objetivos propuestos en un primer momento, tanto los correspondientes a la actividad como los que están relacionados directamente con la unidad didáctica en la que se ha enclavado dicha actividad.
Sobre todo en educación Infantil, hay que saber que la evaluación es de global y continua, y por tanto, se deben tener en cuenta, no solo la adquisición final de la capacidad, sino también el proceso por el cual se ha llegado a la misma. A la hora de programar una evaluación, se debe tener en cuenta el nivel de desarrollo de cada alumno, es decir, que la evaluación ha de ser, en primer lugar, individual. También se puede realizar una evaluación grupal, e incluso, una evaluación a los docentes que puede servir para posibles mejoras en sucesivas actividades.
Todo este tipo de evaluaciones se pueden realizar mediante diferentes métodos, y es en este apartado donde se deben especificar qué métodos y técnicas se van a utilizar para hacerlo. Estamos hablando de que se puede realizar evaluaciones mediante tablas de frecuencia, de consecución de objetivos o no, de ítems a responder, de preguntas específicas o a desarrollar brevemente, etc. Las técnicas a utilizar pueden ser diarios, anecdotarios, grabaciones, y todo aquel instrumento que pueda utilizarse para evaluar dichas adquisiciones.

TIPOS DE ACTIVIDADES EN ED. INFANTIL


Actividades de motivación

Son actividades de gran utilidad al comenzar una unidad didáctica. Se trata de actividades sobre la experiencia. En ellas se introducirán los contenidos, sin profundizar. Su objetivo principal es la relación de los contenidos con las experiencias previas de los alumnos. Parten de aquello que los alumnos conocen, y han de permitirles establecer las oportunas relaciones con los nuevos contenidos de aprendizaje. Sirven de “marco de presentación” de los contenidos concretos que se van a abordar, y conectan, por tanto, con la parcela del saber en que dichos contenidos se inscriben. Serán actividades experienciales, sensoriales, estimulantes, significativas… Ej: Ir a recoger hojas al patio

Actividades del desarrollo del proceso
Estas actividades pretenden la puesta en práctica de los conceptos y habilidades aprendidos. En estas actividades predomina el análisis del entorno, la reflexión, la creatividad y originalidad a la hora de resolver problemas.
Con lo que se pretenderá un desarrollo de las habilidades técnicas y las destrezas.
Con estas actividades se trabajan todos y cada uno de los contenidos establecidos previamente para que los niños alcancen los objetivos propuestos. Se abordan de forma globalizada y significativa para el alumnado.


Actividades de refuerzo

Son las actividades que permiten atender las diferentes demandas informativas y de conocimientos a lo largo del proceso de enseñanza-aprendizaje. Sirven para responder a las diferencias individuales de los alumnos y a sus distintos ritmos de aprendizaje. (Téngase presente que refuerzo no equivale a reiteración: las actividades de refuerzo no son “más de lo mismo”, sino que con ellas se persigue alcanzar los objetivos y trabajar los contenidos mediante otras estrategias y otros tipos de actividades).
Siguen los contenidos de la unidad aunque secuencialmente se disponen tras las actividades de desarrollo, ya que lo que pretenden es reforzar lo recientemente aprendido. Pueden relacionarse con lo ya aprendido con anterioridad poniendo en relación contenidos. Estas actividades se diferenciarán de las anteriores en el planteamiento, se buscarán diversos caminos para abordar los mismos contenidos, logrando una abstracción y generalización de los conceptos tratados, sin asociarlos exclusivamente a una técnica, campo o dimensión. 
Están dirigidas a aquellos alumnos/as que tienen algunas dificultades de aprendizaje al adquirir los procedimientos de una Unidad Didáctica.


Actividades de ampliación

Estas actividades deben secuenciarse al final de la unidad didáctica, cuando los alumnos dominan los contenidos de la unidad. Se pretende con ellos avanzar, o bien hacia un conocimiento más profundo del tema abordado o hacia una relación con los contenidos de unidades siguientes.  Son actividades que -además de poder utilizarse como consolidación o como profundización y refuerzo- sirven para “saber más” y, sobre todo, para “saber mejor”.
Exige un aumento suficiente en la complejidad para despertar la curiosidad y no resultar una mera repetición de actividades anteriores.
Las actividades de ampliación van dirigidas a aquellos alumnos/as que han adquirido perfectamente los conceptos, procedimientos y actitudes de una Unidad Didáctica y necesitan un nivel más alto que esté acorde con sus capacidades.